Aviso al lector: lean con detenimiento esta noticia, apunten esta fecha si tienen papel y lápiz, porque puede que no se repita en unos meses.

El Fútbol Club Barcelona, vencedor de las dos últimas ediciones de la IHF Super Globe, torneo en el que se decide nada más y nada menos que el Campeón Mundial de Balonmano a nivel de clubes, no podrá reeditar los títulos conseguidos en las dos ediciones anteriores al caer ayer, en semifinales, ante el Füchse Berlín en el último segundo, desde los siete metros.

Tras deshacerse en cuartos de final de Al Ahly egipcio (20-16), el cruce de semifinales planteó uno de los partidos más atractivos que se pueden ver a día de hoy en el balonmano mundial a nivel de clubes, al enfrentar a los vigentes campeones de la EHF Champions League y de la Copa EHF, y el partido no defraudó, por la lucha y la entrega desplegada por los dos equipos.

Pese a los problemas del comienzo en ataque, el Barça fue capaz de recomponerse, aprovechando algunos detalles de Jicha y, sobre todo, el extraordinario brazo de Lazarov, para adquirir una ventaja de tres tantos al descanso (12-15).

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Tras el paso por vestuarios, Lazarov siguió a lo suyo y permitió a los azulgranas mantener su renta para afrontar el último tramo del encuentro (18-22 min. 47). Último tramo en el que el Füchse aprovechó a la perfección el regreso de los problemas ofensivos en su rival para, de la mano de Nenadic y Vukovic, reducir la desventaja a la mínima expresión.

Con todo por decidir, el Füchse empató desde la línea de siete metros tras conseguir la exclusión de Víctor Tomás, a falta de 1:35 para la finalización. Apretó los dientes en defensa y dispuso de un último ataque del que sacó, gracias a la buena conexión con el pivote, otro siete metros que, ya con el tiempo cumplido, se encargó de materializar Elisson para dar el triunfo a su equipo.

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A partir de este partido empezarán a sacarse conclusiones de todo tipo: el equipo ha llegado menos rodado que los demás y con piezas aún por encajar, el Barça ha dejado de ser invencible sin Karabatic, una plantilla demasiado larga plantea problemas,… pero la realidad es que no se puede reprochar absolutamente nada a un equipo que consiguió el año pasado realizar una temporada perfecta, adjudicándose todos los títulos nacionales e internacionales, y que no conocía otra cosa que no fuese la victoria desde el 6 de diciembre de 2014, cuando perdió en la fase de grupos de la Liga de Campeones frente al Wisla Plock (34-31), que dirige el que fue técnico azulgrana y actual seleccionador nacional Manolo Cadenas.

Desde este blog la única conclusión que podemos sacar sobre esto es la siguiente: ocupen su localidad y apriétense los cinturones, que el Barça está herido en su orgullo y tiene ganas de revancha…

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