El Rocasa Gran Canaria y el Mecalia Atlético Guardés superaron sin problemas la tercera ronda de la Copa Challenge, que disputaron íntegramente en sus pistas.
El equipo canario volvió a vencer este domingo al HIFK de Finlandia, por 32-21, y se clasificó para los octavos de final de un torneo del que es vigente campeón. El encuentro fue algo más igualado que el disputado entre ambos conjuntos este sábado, día en que las finesas llegaron solo unas horas antes de jugarse el partido.
El Rocasa, netamente superior al HIFK, tomó rápidamente el mando del encuentro y del electrónico (4-0) y se relajó antes de llegarse al ecuador de la primera mitad, lo que hizo que su técnico pidiese tiempo muerto y sacase a la cancha a la combativa María Luján.
En el primer periodo brillaron además de las dos guardametas (Dara Hernández y Roosa Niemi), las locales Trojaola, con varios goles de bella factura, y la internacional Almudena Rodríguez, muy efectiva en ataque, al igual que las visitantes Johanna Hilli y Silja Sandelin.
A los cinco minutos de la reanudación, el HIFK finés ya había igualado los 12 goles que logró en el partido del sábado, pero no evitó que el Rocasa doblase la diferencia en el marcador cumplido el minuto 39 (24-12).
Al final, plácida victoria y eliminatoria para el Rocasa, cuyo técnico tuvo oportunidad de dar minutos en cancha a las jugadoras que no actúan con asiduidad.
El Mecalia Atlético Guardés solventó con comodidad el trámite de la vuelta al ganar de nuevo al Dnepryanka Kherson (30-18), un rival que se desfondó en la segunda parte, lo que facilitó que el conjunto gallego lograse otra abultada ventaja.
El Atlético Guardés encaraba el choque con la tranquilidad del 22-33 logrado el sábado ante un rival que con solo diez jugadoras acusó notablemente el cansancio en cuanto su rival metió una marcha más a su juego.
El equipo dirigido por José Ignacio Prades empezó dominando pese a sus numerosos errores en la circulación y finalización. Sobrepasado el minuto diez 10, un tiempo muerto Mykhailo Miloslavsky (6-3) hizo reaccionar al Dnepryanka, que llegó a ponerse a dos goles tras un parcial 1-4.
Las gallegas, muy superiores, pegaron un nuevo estirón (11-6) pero su relajación en los últimos minutos del primer tiempo oxigenaron al Dnepryanka (13-12, descanso). Fue un espejismo. A partir de ahí, el Atlético Guardés subió su nivel defensivo y empezó a correr.
Con eso le bastó para evidenciar su superioridad sobre un rival que en los primeros veinte minutos de la segunda parte sólo marcó cuatro goles.
Fuente: MARCA
