Mikel Aguirrezabalaga, lateral de 30 años y 1,95 metros de estatura, regresa al balonmano español de la mano del que ya fuera su equipo en su anterior etapa en España; antes de su periplo por el extranjero, que le llevaría a jugar en el HC Dinamo de Minsk bielorruso y, posteriormente, en el SV Eisenach alemán.
El exjugador de Ademar, formado en la cantera del FC Barcelona, jugó en el BM Alcobendas, Reale Ademar León y de nuevo FC Barcelona, antes de marcharse a la aventura internacional. Ahora el lateral regresa a España, donde comenzará la que será su quinta temporada con el conjunto del Reale Ademar León.
Poco después de conocerse el fichaje, el jugador ha reconocido que en esta nueva etapa en España espera compaginar su actividad deportiva con otra dedicación profesional.”Era una de las condiciones que negocié con el Ademar, poder flexibilizar los horarios para que el balonmano encajara en mi próxima vida laboral y es algo que acordamos ambas partes”, afirma el jugador.
Aguirrezabalaga explica que, dada la precaria situación económica del balonmano español, “es una de las alternativas, tanto para los jugadores, como también para los propios clubes, porque está claro que, salvo que las circunstancias cambien, es a lo que estamos abocados”.
Este no sería el primer caso en el club en el que un jugador tenga una dedicación profesional al margen del deporte. Otros jugadores del conjunto leonés, como es el caso de Ricardo Díez o Jorge García Vega, también se encuentran en una situación similar. Incluso en otros clubes de la liga ASOBAL esta situación comienza a ser habitual, encontrando muchos casos en los que jugadores compatibilizan el balonmano con los estudios o con el ejercicio de una profesión.
Mikel Aguirrezabalaga regresa a León con un contrato de dos años, aunque la segunda temporada está condicionada a los deseos del club, quien dispone de una opción para no prorrogar el contrato.