España ha empezado pisando fuerte en el Mundial de Francia 2017. Triunfo por 27-21 ante Islandia con el valor añadido de haber firmado una segunda parte espectacular, borrando de un plumazo unos inquietantes 30 primeros minutos, incluyendo tres penaltis desperdiciados.
Al descanso 10-12, con máxima ventaja de Islandia por 7-11. Pero pocas veces ha habido un descanso tan reparador. España no lo podía hacer peor, Islandia había dado su máximo nivel. Reflexión en el vestuario y, sobre todo, los Hispanos se dejaron en él toda la presión que les había atenazado.
Y la selección española fuer en la reanudación ella misma, y acabó dando un recital. Enorme Gonzalo Pérez de Vargas en la portería (MVP del choque), bajando la persiana, poniendo la guinda a un 6:0 defensivo de lujo. Establecidas las bases, amarrar atrás, fluyó delante el juego.
Llegaron los contragolpes, y ninguna señal mejor que Gedeón Guardiola y sus tres goles para dar fe de ello. Especialista defensivo lanzándose como un poseo a por la meta contraría aprovechando los robos de balón. Y el balón también se movió rápido en ataque posicional. Circulación impecable, para que aparecieran los extremos, con un David Balaguer con 4 goles, como si no fuera un debutante.
Un parcial de 6-0, para 19-15, dejando a cero a Islandia durante 10 minutos, resultó la puntilla de España a una correosa Islandia, sin su crack Palmarsson, baja para todo el Mundial, no así Raúl Entrerríos, entre algodones a la espera de que entre más adelante en las convocatorias.
El sábado, duelo contra Túnez. Las sensaciones en España, inmejorables, porque se superó a sí misma tras un período inicial que podía haber conducido al desastre. Capacidad de reacción, necesaria para afrontar con calma esta cita.
Primera parte de nervios
Y es un inicio con nervios en un Mundial entra dentro de la lógica, pero España empezó con un exceso de responsabilidad. Nuevo seleccionador, Jordi Ribera, algunos retoques en la alineación, pero el fantasma de la no clasificación para los Juegos de Río siguió suspendida sobre el Arènes de Metz en la primera mitad.
Tres penaltis fallados, por Valero Rivera, Dani Sarmiento y Dani Dujshebaev, hablan mucho de la difícil primera parte que han vivido los Hispanos. Sólo una ventaja en el marcador, un efímero 4-3, y la alarma sonando con el -4 (7-11) entrando en los cinco minutos finales.
Llamada al orden de Jordi Ribera, que decidió que ingresase en pista Gedeón Guardiola. Recuperó el dúo defensivo con Viran Morros, que había estado acompañado atrás por Iosu Goñi primero y Joan Cañellas después. Entró el de Rhein-Neckar, pese a que ello significase variar la táctica de un solo cambio ataque-defensa por dos.
Reducción a dos tantos la desventaja antes del descanso, 10-12. Bien Gonzalo, frenando de esta manera la inspiración inesperada de su colega Gustavsson, también el trabajo en el pivote de Julen, pero dificultades en el ataque estático.
Y Gonzalo acabó ganando el pulso, porque lo suyo es continuo, no así lo del islandés, y dado que España recuperó sus señas de identidad en una segunda parte magnífica.
ESPAÑA, 27: Pérez de Vargas, Víctor Tomás (1), Gurbindo (1), Sarmiento (3), Goñi (3), Ángel Fernández, Julen Aginagalde (3) –equipo inicial–, Valero Rivera (3, 1p), Dujshebaev, Cañellas (4), Viran Morros, Gedeón Guardiola (3), Balaguer (4),y Figueras (2). No tuvieron minutos Corrales y Costoya
ISLANDIA, 21: Gustavsson (1) , Gunnarsson (1), Hallgrimsson (1), Helgason, Gudmunsson (3), Smarason (1), Sigurdsson (5, 1p) –equipo inicial–, Edvarsson (ps), Kristjansson, Karason (3), Atlason (2), Arnarsson (4), Elisson, Jonsson y Magnusson
MARCADOR: 1-2, 4-4, 5-6, 6-9, 7-10, 10-12 (descanso); 13-14, 16-15, 18-15, 21-17, 23-18 y 27-21 (Final)