La selección rusa femenina de balonmano se proclamó por primera vez en su historia campeona olímpica tras imponerse por 19-22 ante la de Francia, en una final en la que hizo valer su fortaleza defensiva. Rusia saldó todos sus encuentros con victorias.
Ambos entrenadores plantearon la final como una auténtica batalla defensiva. Francia apostó por el rocoso 6-0 que le ha permitido llegar como el equipo menos goleado del torneo a la final. Una intensa y sólida defensa, que una vez más tuvo su referencia en la portería, donde Amandine Leynaud se convirtió de inicio en un auténtico muro para las lanzadoras rusas (67% por ciento de paradas en los primeros diez minutos).
Pero no menos infranqueable se mostró el entramado defensivo ruso, que apenas concedió lanzamientos al rival. Un problema que sufrió como nadie la lateral Alexandra Lacrabere, autora de 11 goles en el partido que enfrentó a ambos equipos en la primera fase, y que en la final no pudo estrenar su casillero hasta superados los 22 minutos gracias a un lanzamiento de penalti. Lacrabere terminaria dejando la pista lesionada, y sin ningún gol en jugada.
Esta circunstancia llevó al partido a un igualado y bajísimo guarismo, que sólo accidentes, como la exclusión de la pivote Beatrice Edwige a los 15 minutos, permitió desnivelar. La selección rusa, liderada en ataque por la central Daria Dmtrieva, abrió una brecha en el marcador de cuatro tantos (4-8) y, ayudada por una excelente Tatiana Erokhina en la portería, logró casi conservar intacta esa renta (7-10) al llegar al descanso.
Pero de la mano de la portera Laura Glauser, la heroína de las semifinales, Francia volvió a engancharse (14-14) a la final en el ecuador de la segunda mitad. Esta igualada puso a prueba la fortaleza mental del conjunto ruso. Para ello, Rusia volvió a apelar a su mejor arma en este encuentro, su sólida defensa, con dos recuperaciones casi consecutivas de balón, que permitieron a las eslavas volver a abrir (14-16) una pequeña brecha en el tanteador y consolidar definitivamente esa ventaja con dos latigazos de una hasta entonces desaparecida Vladlena Bobrovnikova (15-19), que supieron gestiona ya hasta el final (19-22).
En el partido por la medalla de bronce Noruega se impuso con relativa facilidad a Holanda (36-26).
19 – Francia: Leynaud (Glauser); Prouvensier (2), Pineau (5, 2p), Ayglon, Edwige, Niombla (1), Dembele (5); Landre (2), Zaadi, Houette, Horacek, Nze-Minko (2) y Lacrabere (2p)
22 – Rusia: Erokhina (Kalinina); Vyakhireva (5, 1p), Bliznova (1), Dmitrieva (4), Bobrovnikova (2), Kuznetsova (4), Petrova; Sen (1), Akopian (2), Sudakova (1), Zhilinskayte, Marennikova e Ilina (2p.).
Marcador: 1-1, 2-3, 3-4, 4-7, 6-8, 7-10; 9-12, 11-13, 13-14, 14-15, 15-19 y 19-22.
Árbitros: Roen y Arntsen (NOR). Excluyeron por dos minutos a Edwige por Francia; y a Bobrovnikova y Akopian por Rusia.
Incidencias: Final del torneo femenino de balonmano de los Juegos Olímpicos de Río disputado en el Arena do Future.
Fuente: MARCA