La pasada campaña Demetrio Lozano, uno de los jugadores españoles más laureados, decidió abandonar su carrera como jugador con 38 años para asumir el cargo de técnico del Balonmano Aragón. Sin embargo, las circunstancias del equipo, actual colista de la Liga Asobal con tan solo un punto obtenido, han motivado a ‘Deme’ a volver a ponerse las zapatillas y regresar a la pista. De esta forma el técnico compaginará sus labores en el banquillo con su aportación al equipo en la pista, una situación que ya hemos podido ver en otras leyendas del balonmano, como Talant Dujshebaev o Mateo Garralda.
El técnico del Bm. Aragón ya anunció hace algunas semanas su intención de regresar a la pista a sus 39 años de edad. ‘Deme’ quiso ayudar al equipo en las primeras jornadas, aunque reconoce que no lo hizo porque no estaba en condiciones físicas para ello. Tras unas semanas de preparación física, Lozano pudo debutar el pasado miércoles en el partido de la segunda ronda de la copa del rey.
Sin embargo, la vuelta de Demetrio no impidió que su equipo cayera eliminado de la Copa del Rey a manos del Atlético Valladolid, un equipo de la División de Honor Plata (29-27). Tan poco para conseguir la victoria el pasado fin de semana en la Liga Asobal, tras perder ante el Naturhouse por 27-33. No obstante, su calidad y experiencia ya se ha hecho notar en el equipo, consiguiendo anotar siete tantos y contribuyendo a mejorar el ánimo y la esperanza de una plantilla corta y acusada por las lesiones.
Demetrio no es el primer caso en compartir las facetas de entrenador y jugador. Talant Dujshebaev ya hizo lo propio en el desaparecido Bm. Ciudad Real, al igual que Mateo Garralda, quien compaginó ambas funciones en el Kolding danés. Otro ejemplo se dio casualmente en el Bm. Aragón, cuando Mariano Ortega tuvo que echar una mano al equipo maño como jugador y entrenador.