El mundo del deporte nos deja situaciones que pueden resultar divertidas para muchos pero para muchos otros puede suponer un importante perjuicio por tratarse de acciones no demasiado legales. La última conocida ha sido la ya famosa barrera de siete jugadores que se daba en el partido dela D2 francesa entre el Valence y el Chartres.
Sorpresa para una gran mayoría, disgusto para muchos otros. En cualquiera de los casos, nadie pudo evitar que una barrera de siete jugadores fuera, quizás, el motivo por el que el equipo visitante, el Chartres, no logró empatar el partido antes de retirarse a vestuario.
Ni los colegiados, ni los jugadores, ni el público, ni los técnicos. Nadie se dio cuenta en ese preciso momento de que en la barrera del Valence había colocados 7 jugadores. Se trataba del momento en el que el partido estaba en un interesante 11-10 y así fue como quedó ante la falta lanzada con la extravagante barrera.
¿Fue un despiste?, ¿fue una pillería de los propios jugadores? Nadie entiende cómo ni siquiera el jugador que lanzaba no pudo percatarse de la “ilegalidad”.
Sin embargo, a pesar de los protocolos en contra de la reglamentación oficial, el Chartres terminó ganando el encuentro 25-24 pero el hecho es que podría no haber sido así y el resultado podría haberse visto influenciado por esa barrera de siete jugadores.
A día de hoy, los aficionados de ambos equipos siguen preguntándose cómo el propio árbitro no pudo darse cuenta, pero más grave aún es que el propio lanzador del Chartres no se percatara de tal situación. Ahora, podemos estar seguros de que ese jugador contará los miembros de cualquier barrera que se le ponga por delante en el futuro y nunca más lanzará frente a una barrera de siete jugadores. Al final, en el mundo deportivo, pasan estas cosas, ¿no?
