Los Hispanos debutan con victoria en el Campeonato de Europa de Croacia, tras imponerse (32:15, 16:9 a descanso) a una combativa selección checa, en un partido donde los de Jordi Ribera mostraban una versión muy seria.
Una entrada de cara despeja dudas, refuerza la autoestima y atenúa el desgaste inicial. Si además va acompañada de buen juego y deja sensaciones positivas, tanto colectiva como individualmente, el objetivo se cubre plenamente.
Esa sería la situación de la selección española tras su debut en el Europeo frente a la República Checa, a la que sometió a un castigo implacable (32-15). De acuerdo que los checos sean posiblemente el equipo menos peligroso del grupo D, pero su nivel lo devaluaron los ‘Hispanos’ con una actuación casi redonda, que desactivó las virtudes del rival y manejando hábilmente sus recursos para superar su durísima defensa.
Fue un trabajo simultáneo de suma y demolición. A medida que se sucedieron los recambios la selección ofreció, casi sin excepción, nuevas propuestas que fortificaron su juego y lo hicieron cada vez más dominante. Jordi Ribera se encontró con la situación ideal: un partido bajo control que le dio la posibilidad de seguir rodando al equipo y poniendo en práctica las variantes que seguramente tendrá que manejar durante el campeonato. Y todo ello sin que el rendimiento se resintiera.
Los 15 goles que recibió el equipo nacional son la mejor demostración del gran trabajo defensivo que realizó. Sólo el zurdo Kasparek tuvo éxito en la primera mitad ante ese 6:0 intenso y maleable, que ni siquiera perdió solidez con las dos exclusiones seguidas y tempranas de Viran Morros. Hasta 25 posesiones regaló la República Checa, la mayoría (14) en pérdidas forzadas por la presión de los ‘Hispanos’, que sólo acumularon tres en campo contrario. La diferencia entre los 9 goles recibidos en la primera mitad y los seis de la segunda fue la entrada en juego de Corrales (57% de acierto), que mantuvo su portería infranqueable durante 14 minutos, en los que el marcador pasó de un 19-12 a un expeditivo 28-12. Esa fase coincidió también con la presencia de Daniel Dujsehabev, que disuadió, cortó trayectorias de los rivales y se le vio bien plantado en su debut en un Europeo absoluto.
32 – ESPAÑA: Pérez de Vargas (Corrales); Gurbindo (2), Rivera (5, 4p.), R. Entrerríos (5), J. Aginagalde (2), J. Cañellas (3), Balaguer (3); Ángel Fernández (2), A. Dujshebaev (2, 1p.), Sarmiento, Morros, G. Guardiola, Solé (5), D. Dujshebaev (1), Figueras (2). Lanz.: 27/50. Pen: 5/6.
14 – REPÚBLICA CHECA: Mrkva (Galia); Hrstka (1), Landa, Horak (1), Stehlik (1), Petrovsky, Cip (1); Becvar, Kasparek (5), Zdrahala (3, 2p.), Mubenzem (1), Kasal (1), Zeman (1), Kotrc, Svitak. Lanz: 13/30. Pen.: 2/2.
Marcador cada cinco minutos: 2-0, 4-2, 7-4, 11-5, 12-7, 16-9; 19-11, 20-12, 25-12, 28-13, 31-14, 32-15.