El Abanca Ademar encajó su segunda derrota en la Liga de Campeones y complicó mucho sus opciones de progreasr en la competición después de su tropiezo en casa (26-30) ante un Elverum que aún no había puntuado.
El juego combinativo noruego rompió a placer el 6:0 defensivo ademarista y luego el 5:1, y el equipo español estuvo siempre a remolque en el marcador y con su versión más espesa desde hace tiempo, con varios de sus jugadores fundamentales desconocidos.
Las tres primeras pérdidas noruegas parecían pronosticar una sangría ademarista al contragolpe, pero los leoneses igualaron los errores, en su caso, con inocentes lanzamientos en claras posiciones, convirtiendo al guardameta Morten Nergaard en protagonista.
Muy pronto Rafael Guijosa tuvo que empezar a variar su primera línea y también parar el partido ante la falta de puntería de sus artilleros, pero los cambios lo empeoraron porque la defensa nórdica se multiplicó, fortificándose desde la portería.
Solo Vladimir Cupara mantenía al equipo, pero tanto atasco acabó traduciéndose en un parcial de 0-4, gracias también al juego con mucha penetración y movilidad de Elverum, lo que obligó de nuevo a Guijosa a solicitar tiempo muerto cuando la diferencia noruega se fue a tres goles.
Todavía se ampliaría un poco más (6-10, minuto 23), pero la primera exclusión visitante permitió descontar la renta con Rodrigo Pérez y su valentía como casi único argumento para romper a un rival con una defensa de tantas ayudas, llegando al descanso con ventaja visitante (10-12).
La segunda parte comenzó más preocupante, si cabe, para los leoneses que, a pesar de ver portería, se mostraban mucho más endebles en defensa ante un equipo que sacaba mucho más provecho de sus penetraciones que de un escaso poder de lanzamiento. Pero con una doble superioridad y dos goles de los extremos canteranos devolvieron la igualada (16-16).
Sólo fue un oasis en un desierto de atolondramiento ademarista, porque de inmediato un Elverum crecido volvía a recuperar rentas de tres goles (18-21) a poco más de once minutos para el final.
Guijosa buscó ya soluciones donde no las había con un siete inédito con una primera línea improvisada con Rodrigo, Vejin -que respondió con goles- y Simonet, junto con los dos extremos menos habituales, pero el rival ya estaba pletórico de confianza para recuperar su máxima renta de cuatro goles (20-24).
Hasta el final fue un quiero y no puedo del Ademar, que acabó encajando una derrota por un margen también peligroso ya que estará obligado a ganar fuera de su pista e intentar enjugar esta desventaja.
26 – Abanca Ademar : Cupara (Biosca); Mario López (4, 3 p), Vieyra (4), Carou, Piñeiro (3), Costoya (3), Juanín García; Simonet (1), Acacio Marqués, Vejin (4), Rodrigo Pérez (2), Jaime Fernández (3), Pesic, Gonzalo Pérez (2).
30 – Elverum: Nergaard; Lindboe (4, 1 p), Mehl, Borresen (3), Poklar (5), Frederiksen (7), Gulliksen (3); Burud (2), Hannich (3, 1 p), Jonsson, Ekren (1), Thorsteinsson, Orsted (2).